-Reflexión:
En
este interesante artículo se relata la triste historia de un niño que deseaba
ser viejo para no tener que ir a la escuela y del malestar de su familia al ver que
su hijo tenía tales deseos. El niño, por lo visto, presentaba una gran
desmotivación por la escuela, además sacaba malas notas constantemente y
también recibía mensajes negativos de la
profesora habitualmente dirigidos a los padres.
Hubo
interminables intentos de los padres por
solucionar el problema, además de innumerables intentos de hablar con la
profesora para llegar a una solución, pero las propuestas de los padres eran
siempre denegadas por la profesora y era realmente difícil entablar relaciones con ella para la
búsqueda de dichas soluciones.
Pues bien, tas la imposibilidad de encontrar
soluciones en el colegio en el que estudiaba su hijo, decidieron cambiar de
colegio, a un colegio que conectaba más con la idea de enseñanza que pretendían
para su hijo.
Pasado
un tiempo su hijo cambio de manera radical y empezó a sacar buenas notas y a
disfrutar con la enseñanza y a disfrutar asistiendo al colegio hasta tal punto
que los viernes ya estaba desando que llegará el lunes para volver.
Bajo
mi punto de vista el problema no era ni mucho menos el niño, sino el colegio, y
en concreto la profesora, puesto que no era capaz de atender las necesidades
del niño fuera cual fuera su problema, desmotivación, etc. No era capaz de encontrar la estrategia adecuada para enseñar a ese niño. No tenia los recursos personales suficientes, y eso la limitaba y por consiguiente a sus alumnos.
Es evidente que cuando se unen los padres y los profesores a
la hora de buscar soluciones a los problemas de sus hijos el resultado siempre
es mucho mejor.
¿Entonces
hay escuelas mejores que otras? Posiblemente las escuelas no sea el problema.
El problema son los profesores y sus metodologías. Como muy acertadamente
afirma Miguel Ángel Santos: “que tu escuela sea mejor porque tú estás
trabajando en ella”. Es decir, que la escuela sea buena o mala depende de
nosotros, de los docentes.
Posiblemente
muchos de los profesores y maestros que actualmente están en las escuelas hayan
olvidado esto. Si la escuela va mal no hay que exculparse en los alumnos, ni en
que se distraen con facilidad… si no preguntarse en que estamos fallando nosotros
e intentar mejorar como docentes.
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